Las pistas y los campos son necesarios e imprescindibles para poder desarrollar las distintas modalidades deportivas. En muchas ocasiones suelen ser el foco de discusión de algunos equipos, ya que tienen que vivir la experiencia de disputar encuentros en canchas de dudosa calidad o seguridad. El bienestar de todas ellas será fundamental tanto para evitar cualquier posible lesión de los deportistas, como para el normal y cómodo desarrollo de cualquier competición.
El ping pong, deporte olímpico desde 1988 y el más practicado a nivel mundial, se juega sobre una mesa específica para ello. Existen mesas de ping pong diseñadas para los más pequeños debido a sus reducidas dimensiones, además de personalizadas, en las que cada uno establece las medidas que mejor se adaptan a su terreno, o gustos, pudiendo variar los colores o dibujos que conforma la superficie del tablero. Sin embargo, cuando hablamos de una mesa de ping pong profesional tenemos que tener en cuenta que existen unas medidas y unos requisitos preestablecidos que debe componer cualquier tablero de esta modalidad deportiva.
¿Os imagináis que cada campo o pista deportiva estuviera formada por unas dimensiones y características diferentes?. Tras esta reflexión parece sensato que existan unas normas específicas para desarrollar todos los deportes, profesionalmente hablando, ya que de este modo los jugadores pueden adaptarse cómodamente a cualquier campo o pista, a pesar de disputar sus encuentros en distintos lugares. En lo que respecta al ping pong oficial es la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF) la encargada de recoger y establecer cuánto mide una mesa de ping pong profesional.
El primer obstáculo con el que se topan los jugadores amateurs de este deporte es la falta de campo cada vez que golpean la bola. Esto sucede por el escaso control de potencia inicial del que se dispone, aun así este hecho entra dentro de lo común. Las primeras veces que juegas al ping pong vivirás la experiencia de estar más tiempo recogiendo las pelotas del suelo, por la imposibilidad de mantener un juego fluido y continúo, que disfrutando de su práctica, lo que da lugar a que en ocasiones sintamos cierta desesperación. No obstante, conforme empleamos más tiempo en mejorar el juego nos vamos adaptando a las dimensiones de la mesa de ping pong en la que hemos iniciado esta andadura deportiva. Aquí conviene detenernos, ya que debes saber que es muy importante diferenciar entre aquellos deportistas que han decidido lanzarse a practicar el tenis de mesa simplemente para pasar un rato divertido y lo consideran un ocio, frente a aquellos que persiguen unos objetivos más exigentes y profesionales.
Medidas competiciones oficiales
Es muy común que las medidas de la mesa de ping pong que tenemos en casa, o sobre la que estamos aprendiendo, no estén en consonancia con las dimensiones oficiales. Por ello, si eres un apasionado de este deporte y realmente has decidido adquirir cualquier tablero para posteriormente competir de forma seria en esta modalidad debes lo siguiente: una mesa de ping pong profesional cuenta con una superficie de juego rectangular, formada una longitud de 2,74 metros, una anchura de 1,525 metros, y estará situada en un plano horizontal a 76 centímetros del suelo. Además, los entrenadores de este deporte aconsejan aprender a jugar desde cero en base a las medidas de la mesa de ping pong oficial.
A parte de la potencia, también resulta relevante que los jugadores consigan una plena adaptación a los colores y los elementos que conforman el tablero. Como se ha comentado anteriormente, las diferencias que pueden darse entre las mesas oficiales de ping pong, con las personalizadas es enorme, tan infinitas como la creatividad y la imaginación del ser humano. Sin embargo y en lo que respecta al diseño de una mesa profesional, es determinante aclarar que la superficie de juego será de color oscuro, uniforme y mate. Por otro lado, también están determinadas las medidas oficiales de cada línea que componen la mesa de ping pong: la lateral y la de fondo serán de color blanco y dispondrá de 2 centímetros de anchura, mientras que la central, encargada de dividir el campo en dos partes iguales, estará formada por 3 milímetros de anchura.
También conviene aclarar que entre las medidas oficiales de una mesa de ping pong también se recoge las que están relacionadas con la red, dispuesta justo en la mitad del tablero. Ésta, que se encarga de separar los dos campos en partes iguales, cuenta con una altura de 15,25 centímetros. De este modo se evita cualquier posibilidad de que se comentan trampas elevando en exceso la red, o bajándola, al gusto de cada jugador.
Por último, y en lo que respecta al grosor de la mesa, para para cualquier competición oficial de la Federación Internacional de Tenis de Mesa (ITTF), será como mínimo de 90 milímetros. Éste influirá en el bote y en el efecto que tendrá la bola cada vez que golpea contra la superficie de la tabla. Por lo tanto, su relevancia será fundamental de cara a permitir que cada jugador pueda desarrollar el juego que desea llevar a cabo.
Las medidas oficiales de cualquier mesa de ping pong profesional son de obligado cumplimiento y requieren de un control exhaustivo en los momentos previos de cada competición. Es así, como se asegura el hecho de que todos los jugadores puedan aplicar su juego de forma cómoda e igualitaria. Después ya depende de cada jugador salir victorioso de cada encuentro.